¿Buscas un colchón blando y cómodo? Tenemos justo lo que necesitas

A priori, si no tenemos en cuenta nada más que la dureza de un colchón, podemos concluir que un colchón demasiado blando para nuestro peso provoca un efecto “hamaca”, es decir, demasiado hundimiento y arqueamiento de la espalda, poco apoyo a la columna y por lo tanto dolores de vertebrales, y un colchón demasiado duro

La firmeza de un colchón más recomendada para dormir de lado es media. En cambio, si duermes boca arriba, la firmeza debe ser dura, al contrario que si duermes boca abajo, que debe ser blanda.

Emma Original – El mejor colchón suave
Según nuestra escala, los colchones suaves se sitúan entre de 1 a 4 puntos de firmeza. Nuestra recomendación de “el mejor colchón suave “es para el colchón Emma Original.

La mejor opción para las personas que duermen de lado y las personas de poco peso es un colchón blando. Por el contrario, los que duermen boca arriba y boca abajo necesitan un colchón más firme.

Las personas con una complexión mayor necesitarán un colchón más firme para dormir, mientras que los que tienen una complexión menor, deberán decantarse por un tipo de colchón más blando. La postura al dormir: Lo recomendado cuando padeces de dolores de espalda, según los expertos, es dormir, de lado.

A priori, si no tenemos en cuenta nada más que la dureza de un colchón, podemos concluir que un colchón demasiado blando para nuestro peso provoca un efecto “hamaca”, es decir, demasiado hundimiento y arqueamiento de la espalda, poco apoyo a la columna y por lo tanto dolores de vertebrales, y un colchón demasiado duro

Para un colchón demasiado blando, tendrá que recurrir a un sobrecolchón de alta densidad para beneficiarse de una ropa de cama más dura. Una densidad de alrededor de 600 a 700 gr/m² es la más adecuada en este caso.

Si tu colchón te parece demasiado duro:
Si tu colchón te parece duro, la solución más efectiva es la de un topper o sobrecolchón mullido. Podríamos hablar, en este caso, de materiales como la viscoelástica, o el plumón. Estos te aportarán el confort que tu colchón no te ofrece y mejorará el descanso sustancialmente.

Para evitar que el colchón se hunda, es importante que lo coloques sobre una base firme y asegurarte que el colchón no se queda colgando por ningún lado. Es decir, que está bien apoyado, ya que esto podría provocar que no se ajuste bien y se acabe deformando por los extremos.

La solución puede pasar por poner un Topper o Sobrecolchon viscoelástico. Estos topper se colocan encima del colchón mediante cuatro gomas elásticas y en el interior incorporan 5 cms de viscoelastica, logrando así un descanso acogedor y mullido.

Como explicamos en un post anterior, la dureza de un colchón ( que no debe confundirse con la firmeza) tiene que ver con la fuerza (en newtons) que debe ejercerse sobre la espuma para que se comprima al 40%. Cuanta más fuerza se necesite, más dura es la espuma.

Colchones firmes
Este nivel de firmeza ayuda a liberar los puntos de presión (cuello, hombros, espalda, cadera) para equilibrar y distribuir mejor el peso y por supuesto darle un mayor soporte a tu cuerpo.

La mejor opción para las personas que duermen de lado y las personas de poco peso es un colchón blando. Por el contrario, los que duermen boca arriba y boca abajo necesitan un colchón más firme.

Mejor que sean de núcleo de látex o de acolchado de viscoelástica de 4 cm. o más. Los colchones muy blandos se adaptan al cuerpo, lo que produce mayor sensación de calor. Si adquieres uno, asegúrate que está suficientemente perforado o fabricado para favorecer la transpiración.

Por ejemplo, los colchones viscoelásticos son muy buenos para el dolor de espalda, puesto que crean un molde perfecto del cuerpo y eliminan los puntos de presión. Gracias a ellos sentirás una acogida perfecta tanto del cuerpo como de la musculatura. Los colchones de muelles son otra alternativa perfecta.

Algunos trucos con los que acelerar el proceso son dejar al colchón respirar durante 24h una vez lo tenemos en casa, colocarle objetos encima durante el día o pasar varias horas tumbado en la cama para que el colchón se vaya adaptando a tu cuerpo, como en el caso de la viscoelástica.