En los últimos años, cada vez más personas están buscando alternativas sostenibles en la industria textil. Una de las opciones más revolucionarias es el Tencel, un tipo de fibra que se ha convertido en sinónimo de moda ecológica y responsable. En este post, descubriremos qué es exactamente el Tencel, cómo se produce y cuáles son sus beneficios tanto para el medio ambiente como para nuestra piel. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre esta innovadora y sostenible revolución en la industria textil!
¿Qué es mejor, el Tencel o el algodón?
Tanto el Tencel como el algodón son opciones populares para aquellos con piel sensible o personas alérgicas. Ambos materiales son suaves, transpirables y permiten que la piel respire, lo que los hace ideales para la ropa de cama, la ropa interior y la ropa de vestir.
Sin embargo, una de las principales ventajas del Tencel sobre el algodón es su durabilidad. El Tencel es un tejido más resistente, lo que significa que sus propiedades se conservan en mejor estado durante más tiempo. Además, el Tencel es más resistente a las arrugas y al encogimiento, lo que hace que la ropa hecha de este material se vea más nueva y fresca durante más tiempo.
En cuanto al cuidado, el Tencel debe tratarse como ropa delicada. Se recomienda lavarlo a una temperatura más baja que el algodón y evitar el uso de suavizantes de tela que puedan afectar sus propiedades. Por otro lado, el algodón es más fácil de cuidar y se puede lavar a temperaturas más altas sin perder su calidad.
¿De qué tipo de tela es el Tencel?
El tejido Tencel es una fibra natural de última generación, respetuosa con el medio ambiente. Se obtiene a partir de pulpa de madera de eucalipto en su mayoría, pero también se puede obtener de otras maderas como el pino, haya o abeto. Esta fibra es procesada mediante un proceso llamado “hilado en húmedo” que utiliza disolventes orgánicos para convertir la pulpa en fibras de celulosa.
El resultado es un tejido muy suave al tacto, similar a la seda, que regula la temperatura corporal de manera eficiente. Esto se debe a que las fibras de Tencel son capaces de absorber y liberar la humedad de forma rápida, lo que ayuda a mantener la piel seca y fresca. Además, el Tencel es altamente resistente, lo que lo convierte en un tejido duradero y de alta calidad.
Otra característica destacada del Tencel es su capacidad para absorber la humedad. Esta propiedad hace que el tejido sea muy adecuado para personas que sudan en exceso o para climas cálidos y húmedos. Además, el Tencel es una fibra biodegradable y compostable, lo que significa que al final de su vida útil se descompone sin dejar residuos dañinos para el medio ambiente.
¿Cómo se lava el Tencel?
Para lavar correctamente las prendas de tencel y evitar que se encojan, es recomendable hacerlo a mano en agua fría. De esta manera, se minimiza el riesgo de dañar el tejido y se garantiza una mayor durabilidad de la prenda. Además, es importante utilizar un detergente suave que no contenga agentes abrasivos o blanqueadores, ya que podrían afectar las fibras del tencel.
Una vez que las prendas hayan sido lavadas, es fundamental dejarlas secar al aire libre, evitando el uso de la secadora. El calor excesivo puede dañar las fibras y favorecer que se encojan. También se recomienda evitar el uso de la plancha, ya que el tencel es un tejido que se arruga con menos facilidad que otros, y el calor de la plancha podría afectar su apariencia y suavidad.
¿Qué es mejor, algodón o lyocell?
En cuanto al rendimiento, Lyocell es un mejor absorbente que el algodón y es mucho más suave. Su superficie lisa es ideal para aquellos con piel sensible propensa a la irritación, y para aquellos que sólo quieren sentir su ligereza y suavidad. Esa es otra gran diferencia con el algodón y su tendencia a rascar.
Además, el Lyocell tiene propiedades antibacterianas naturales, lo que lo convierte en una opción más higiénica que el algodón. También es resistente a la formación de arrugas, por lo que es más fácil de cuidar y mantener su apariencia fresca y suave. En términos de durabilidad, el Lyocell también se destaca, ya que es más resistente a la abrasión que el algodón.